viernes, 4 de diciembre de 2015
Joseph Engelberger, el padre de la robótica
EL TIEMPO- Joseph F. Engelberger departía con el inventor George C. Devol en un cóctel. La cordialidad rutinaria dio paso a un acalorado debate sobre las leyes de los robots concebidas por el escritor Isaac Asimov:
1. Un robot no hará daño a un ser humano o, por inacción, no deberá permitir que un ser humano sufra daño alguno.
2. Un robot debe obedecer las órdenes dadas por los seres humanos, excepto si las mismas entran en conflicto con la primera ley.
3. Un robot debe proteger su propia existencia en la medida en que este acto no entre en conflicto con las dos primeras leyes.
Devol venía trabajando en una máquina denominada Dispositivo de Transferencia Programada de Artículos desde hacía dos años. Una sesuda revisión de las tres leyes llevó a que Engelberger coligiera que dicho dispositivo era, en esencia un robot porque podía ayudar a que los humanos no sufriesen daños.
Era el año 1956 y se erigían los cimientos de una revolución tecnológica y cultural. Fidel Castro desembarcaba en Cuba y encendía los ánimos de la insurrección ideológica; Elvis Presley conquistaba el corazón de América con su sencillo ‘Heartbreak Hotel’ y la Unión Soviética se preparaba para elevar el primer satélite artificial (el Sputnik I) más allá del horizonte meses después.
Endelberger, quien para esa época sumaba 31 abriles, era un connotado científico especializado en la rama de la física y había participado en el proyecto de la bomba atómica en la paradisiaca Isla Bikini mientras servía para la Marina de los Estados Unidos.
Entre 1946 y 1953, fue partícipe del diseño de sistemas de control plantas de energía nuclear y motores de aviones Jet mientras completaba una maestría en ingeniería eléctrica en la Universidad de Columbia, en Nueva York.
La especialidad de Endelberger, un joven de postura firme, cabeza calva y elegante vestir, eran los sistemas de control. Se enamoró del dispositivo concebido por Devol y resolvió asociarse con este último para construir el primer robot industrial. De acuerdo con el perfil construido por Robotic.org, “concibió la manera de usarlo en manufactura, en particular para ejecutar trabajos peligrosos para los seres humanos”.
En 1957, Endelberger convenció a Norman Schafer, presidente de la corporación Condec, para que financiara la consumación del invento de Devol. Dos años después, el primer prototipo de robot (el Unimate #001) fue instalado en la línea de ensamblaje de una planta de producción de General Motors ubicada en Trenton, Nueva Jersey.
Era un brazo robótico que movía aleaciones hirvientes desde la línea de ensamblaje para después soldarlas en el cuerpo de los vehículos. Aquel trabajo comportaba un riesgo significativo para los trabajadores porque suponía la manipulación de materiales a elevadas temperaturas, se explica en un artículo de la publicación Trentonian.
Era un sistema básico que cumplía una sola función: transferir elementos de un punto a otro. Sin embargo, marcó el albor de la robótica industrial.
El impulso otorgado a esta invención, por parte de Endelberger, le mereció el rótulo de “Padre de la robótica”. Como resultado del éxito del Unimate #001, este científico nacido en Brooklyn, Nueva York en 1925, fundó la firma Unimation en la ciudad de Danbury (Conneticut) para continuar desarrollando brazos robóticos.
En 1961, crean el Unimate 1900 Series, el primer brazo robótico producido en masa y así despegó este segmento de la industria. Ese mismo año, su socio George Devol recibió la patente por su invención. En 1966, Unimation otorgó licencias a Nokia, de Finlandia, y Kawasaki Heavy Industries, de Japón, para manufacturar y comercializar el Unimate. En consecuencia, la robótica se expandió de Estados Unidos a Asia y a Europa.
Endelberger presidió Unimation hasta 1983. Un año después, fundó Transition Research, cuyo propósito era desarrollar robots útiles para propósitos médicos, en particular al servicio de la población mayor de edad.
El papel desempeñado por Endelberger lo ubica en una posición similar a la asumida por Steve Jobs con respecto a Steve Wozniak. No fue el inventor del primer brazo robótico, pero fue quien entendió los alcances de aquel desarrollo y lo impulsó hasta transformar la industria.
Un dato curioso: el término robot fue acuñado por la obra de teatro ‘Los robots universales de Rossum’ en referencia a personas artificiales o androides. Se deriva de la palabra checa designada para “trabajador”.
Con información de http://www.eltiempo.com/tecnosfera/novedades-tecnologia/quien-era-joseph-engelberger-el-padre-de-la-robotica/16447376
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